Desde el instituto se organiza una actividad en la que un grupo alumnos de bachillerato que se ofrecen voluntariamente como mediadores para resolver los conflictos entre estudiantes en el centro. Yo he tenido la suerte de participar en este programa en el que ayudábamos a chicas y chicos de la ESO a resolver sus diferencias y conflictos sin ningún tipo de violencia y a través del diálogo.  

​

Durante el transcurso del programa, empezamos recibiendo una formación por parte del psicólogo del instituto en el que aprendíamos el proceso y metodología apropiados para resolver los conflictos interpersonales de la forma más eficaz posible. 

​

A continuación, nos dimos a conocer en el instituto explicando por las clases cual era nuestra tares y porque era importante que nos pidieran ayuda si se veían involucrados en cualquier tipo de disputa.

​

Finalmente, nos dispusimos a organizarnos por parejas para atender los distintos conflictos que requerían de mediación. La mayoría de los casos derivaban de un uso injustificado de la violencia por parte de un alumno hacia otro. En estas situaciones, lo que intentábamos hacer los mediadores era ofrecer otras vías de resolución del conflicto y de acercamiento de posiciones que no involucraran la violencia.

​

En general, en todos los procesos de mediación lo más importante era que ambas partes se sintieran comprendidas y hacer ver a unos y a otros las partes incorrectas de su comportamiento pero también aquello que habían hecho bien.

​

Así pues, lo más importante del proceso de mediación era tener en cuenta los sentimientos de todas las partes involucradas, con tal deque ambos conociesen como hacen sentir al otro sus acciones y comportamientos.

​

Para mi fue una experiencia muy enriquecedora ya que es reconfortante ver como el diálogo soluciona todo tipo de problemas incluso si inicialmente no había ningún tipo de voluntad de resolución de la disputa.